martes, 3 de febrero de 2015

Teenage Fanclub - Grand Prix (1995)


 
Hoy hablo de un disco de powerpop maravilloso, posiblemente uno de los mejores en este estilo, que corresponde al grupo escocés, de Glasgow, Teenage Fanclub, el Grand Prix de 1995, su quinto trabajo de estudio. Ya desde la portada y su título, es un disco que invita a ser oído, ya que siendo yo fan desde pequeñito de la Fórmula 1, era inevitable cuando menos escuchar lo que había dentro de este artefacto, y claro está, que cuando te sumerges en el mismo, encuentras la gloria. Sus influencias son claras, por un lado los Byrds con el repiqueteo de guitarras y por otro los Beach Boys en la cuestión de las armonías vocales (recordemos, precursores en cierto modo del powerpop) y como no, Big Star, la banda setentera de powerpop comandada por Alex Chilton. La formación está compuesta por 3 cantautores, los caballeros Norman Blake, Raymond McGinley y Gerard Love que se reparten la composición a partes más o menos iguales, mientras el batería en este disco fue Paul Quinn (la banda ha rotado bastante este puesto, teniendo hasta 3 baterías distintos).
En mayo de este 2015 se cumplirán 20 años de la edición de esta joya, y la verdad es que el paso del tiempo le sienta fenomenal, además es un disco que relaciono mucho con una época concreta del año (muchas veces relacionamos un tipo de música con una estación) que para mi es el final del verano y el principio del otoño, ese momento digamos... indeterminado, que se alarga muchas veces, en el que volvemos a la rutina que se instala en la sociedad, mientras el tiempo te invita a seguir llevando pantalones cortos.
Trabajo muy notable este, donde sus grandes virtudes son la creación de excelentes melodías, utilización de armonías vocales, por no hablar de su solvencia instrumental, resaltada por una pulcra producción, que mejora el sonido mostrado en anteriores discos.
Lo más gracioso de este disco, es que es editado en el pico más alto del Britpop, y poco tenía que ver con los grupos que llevaban esa bandera, por decirlo así, era un álbum que iba como los salmones a contracorriente.
 

 
 
Abre el disco About you con esos guitarrazos y esas voces portentosas, una manera maravillosa de abrir un disco, para que se desarrolle luego una melodía increíble y destaque la voz del señor McGinley, un derroche de puro powerpop para empezar. Sparky's dream con esa intro baja de volumen a posta, para que entre la voz del señor Love (se nota el cambio de cantante y esta voz me flipa), y disfrutemos de más armonías vocales y de una melodía portentosa, además de las guitarras siempre presentes. Mellow Doubt, composición del señor Blake, empieza con calma y su voz entre compases de la batería, para luego explotar en una bellísima melodía factoría de la casa (leches, se empiezan a cerrar las piscinas), una línea de bajo muy destacable, además de un estribillo con silbidos incluidos por medio inolvidables. Don't look back es una joya en si misma, es escuchar esa guitarra del principio que te recuerda todo lo que te gusta y todo lo que pierdes, y es ponerme a llorar de la emoción, para que encima entre Gerard Love a rematarte con esa voz maravillosa que no sólo te canta, te mece, te lleva y te susurra, un disfrute total y absoluto con ese subidón de las guitarras, para que luego en la parte final llegue un punteo antológico. Verosimilitude es un tema a medio tiempo, delicado y bien cosido por unos teclados muy mods, aportando otro amplio espectro, dentro de un estilo muy amplio. Y volvemos con otra obra maestra en si misma, Neil Jung, ese esplendor pop, melodía brutal, cambios de ritmo y paradas bestiales y la voz del señor Blake que es de volverse loco, que en definitiva es un velado homenaje a Neil Young (quien, medio tuvo la culpa de la creación del grupo por un tema como Powderfinger). Tears se inicia con piano y voz, para que luego entren sección rítmica y guitarra, deliciosa pepita pop de onda Beatle con arreglos de cuerda y viento adecuados. Discolite es otra gozada, recuperando ritmo y despachando ese powerpop rápido, lleno de armonías vocales y fantástico, con una gran fuerza de las guitarras. Say No baja el tono, quizás la canción más country y campestre del disco con guitarras acústicas. Going places recupera las guitarras eléctricas para una balada deliciosa, donde la voz de Gerard Love me vuelve a encandilar y para luego ser acompañado en los coros en el estribillo. I'll make it clear se emparenta mucho con temas del inicio del disco como Mellow Doubt o Neil Jung, portentoso tema de powerpop que tiene todo lo que se le puede pedir, gran melodía, enormes armonías vocales, y todo ello arropado por unas guitarras gloriosas. I gotta know es otra delicia pop, con un ritmo deliciosamente repetitivo en su inicio con el estribillo, y esas tremendas armonías vocales para que luego las guitarras se despachen a gusto. Hardcore/Ballad es un final cañero y corto a un tremendo disco, que quizás no resume el trabajo, pero lo termina de manera diferente.
 
 



En definitiva una gema de powerpop deliciosa, de esos álbumes que te enganchan y ya no te sueltan, y que cuando llega esa época del año septiembre-octubre, suele asaltar con insistencia mi reproductor.
 
Os dejo con el vídeo de About You interpretado en vivo en 1995.
 
 

6 comentarios:

  1. Obra magna muy bien descrita, Savoy. Me ha encantado la frase en la que hablas de tiempo "en el que volvemos a la rutina que se instala en la sociedad, mientras el tiempo te invita a seguir llevando pantalones cortos": nunca lo habría descrito mejor. Por motivos puramente personales prefiero el siguiente disco de los escoceses ("Songs From Northern Britain"), pero "Grand Prix" es otra joya para rescatarnos cuando todo parece hundirse.

    Un abrazo.

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    1. Gonzalo Aróstegui Lasarte: Gracias hermano. Si, bueno, a mi personalmente me recuerda esa época del año, y está claro que cuando la gente que tiene críos sobre todo y los niños vuelven al cole después del verano, pero todavía hace calor, pues es una imagen que tengo muy marcada.
      Ese disco que citas, es igual de bueno por lo menos, pero yo por muchos motivos me quedo enganchado con este.

      Abrazos.

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  2. Después del concierto común de Sex Museum me hice una sesión nocturna y cayó entre otros este "Grand Prix", para mí el mejor disco de la banda y, sin duda, uno de los 5 mejores de la década de los 90. Su nivel compositivo en altísimo, haciendo que las melodías enciendan una y otra vez el ánimo del oyente, transportandole hacia su lado más bueno, más ingenuo, más feliz. Sería uno de los 25 que me llevaría a la isla solitaria sin dudarlo ni un instante.
    Abrazos especiales para una más que meritoria entrada.
    JdG

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    1. Javier de Gregorio: Madre mía, osea después de llegar a casa cocidete te dio tiempo a montarte una sesión musical golfa extra? Madre del amor hermoso, cuanta gasolina atesoras, de mayor quiero ser como tu, sin duda.
      Y si, claro, de largo de los mejores discos de los 90, alto nivel en todo, desde las composiciones con unas melodías brutales hasta las voces y demás.
      También iría a mi isla solitaria (¿Caben 25?) .

      Abrazos y gracias.

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  3. Obra maestra absoluta. Mi disco favorito de los noventa. Brazzzzo.

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    1. Johnny J.J.: Totalmente, un disco fundamental de la década de los 90 que se pega de palos con alguno que otro más en el olimpo de esa década.

      Brazzzos.

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