sábado, 21 de junio de 2014

Concierto Vetusta Morla, Madrid, Sala La Riviera, 20-6-2014



 
Cuarta noche del grupo madrileño, después de los 3 llenos de finales de mayo en una Riviera hasta la bandera, que hoy acabarán con otro llenazo. Lo que Vetusta Morla ha conseguido hasta ahora, lo han hecho con mucho trabajo y por ellos mismos, por sus tremendas canciones y sus gloriosos discos. Anoche presentaban "La Deriva" su tercer disco largo de estudio, que desgranaron entero de cabo a rabo, pero hay determinadas cosas a las que la banda no puede renunciar, o no se puede olvidar de ellas, porque son las que les han hecho grandes. Me refiero a las modificaciones que hacen de temas antiguos, cosa en la que estoy en desacuerdo ya que me dejaron de lo más frío, porque una cosa es tocar la canción de otra forma porque estás hasta el gorro de tocarla igual 3000 veces, pero otra cosa muy diferente es que esa enorme canción pierda su esencia.





 
El sonido (con algún ajuste de la voz que pedía Pucho) fue excelente, la banda suena como un rodillo, con Guille y Juanma a las guitarras (utilizando muchos efectos), Indio a la batería, Jorge a las percusiones y sintetizadores y Álvaro al bajo. Entre el público, una variante que por un lado es lógica cuando llega el éxito, pero que por otro desconcierta bastante a gente como yo, que somos perpetuos seguidores del grupo desde sus inicios y que los hemos visto crecer. Ver a gente a tu lado que va a hacerse 30 fotos y se pasa el concierto hablando, de verdad que me parece lamentable, porque demuestra que te importa un pimiento dicho concierto, vas a lucir palmito... que se dice. Por otro lado gente que ha conocido al grupo relativamente hace poco y aplauden cuando los temas no han acabado, no se saben las letras... algo que en el caso de este grupo que nos ocupa me parece básico, por lo menos haber oído sus discos y no 3 ó 4 temas conocidos en la radio. El grupo cuida muy bien a su público, pero el público mayoritario al que ha llegado en un buen porcentaje no les hace justicia.




 
 
En cuanto al setlist, estuvo dominado por los temas de el último trabajo, como es lógico, así cayeron La Deriva, Fuego (muy buena), Golpe Maestro, La mosca en tu pared, Pirómanos, Cuarteles de invierno, La Grieta, ¡Alto! (dedicada a los policías de las manifestaciones), Las salas de espera, Tour de Francia (de las mejores), Fiesta Mayor y ya como primer bis Una sonata fantasma. De los temas de Mapas, su anterior álbum, tocaron Lo que te hace grande, Maldita dulzura, Mapas y ya en los bises y como dos últimos temas El hombre del saco y Los días raros (apoteósico). Del primer disco Un día en el mundo sonaron la propia Un día en el mundo (rara con el cambio de la música), Copenhague (desaliñada sin el punteo final), Valiente (la mejor, porque la hacen igual), La cuadratura del círculo (correcta) y Sálvese quien pueda (qué manera de fastidiar una gran canción, me pareció muy desacertada la manera en que la han enfocado). Me fastidió no oír temas como Boca en la tierra, Rey Sol o la maravillosa Al respirar.





 
La sensación con la que salí del concierto fue diferente a la de otras veces (he visto ya 6 o 7 veces a esta banda), ya que el concierto acabó con Los días raros, tema con el que empezaban los conciertos de la gira de Mapas, un tema devastador, glorioso por todos sus poros, que anoche consiguió que me fuera emocionado, pero esos cambios que han introducido espero que no repercutan negativamente en la línea del grupo.
 
Os dejo con el vídeo de La Deriva.
 
 

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